Entre las numerosas especies en peligro de extinción suelen pasar desapercibidas aquellas que son muy raras, poco favorecidas estéticamente, o genéticamente únicas, y que casusan rechazo, poco interés, o indiferencia. Sin embargo, la mayoría de ellas son necesarias para preservar los ecosistemas de forma saludable y estable.
Algunas de estas especies raras son poco conocidas aún, dado que han sido descubiertas
recientemente, o por el escaso número de ejemplares que subsisten. La razón de su progresiva extinción es la destrucción de sus hábitats naturales y su desaparición es irreparable y afecta a las condiciones de los mismos de forma grave.